Sexualidad Menopausia

Muchas personas tienden a pensar que la sexualidad desaparece con el fin de vida fértil, pero vemos que no tiene porqué ser así, incluso en algunos casos, la sexualidad puede mejorar a partir de entonces.

La menopausia se refiere al cese de la menstruación. Este periodo ocurre en la mayoría de los casos entre los 45 y los 50 de edad. Sin embargo, puede ocurrir desde los 35 años hasta los 60.

La menopausia es un periodo gradual que dura aproximadamente dos años. Se inicia con unos meses de ausencia de menstruación, sin que estos hayan cedido de forma indefinida. Al cabo de unos meses, la mujer puede volver a tener periodos menstruales de forma irregular. Durante este periodo los ovarios pierden su capacidad reproductora y dejan de producir estrógeno y progesterona. El déficit de estrógeno es el responsable de los síntomas físicos y psicológicos que se producen durante esta fase de la vida de la mujer.

 

Síntomas del déficit de estrógeno

El déficit de esta hormona, producirá sudores nocturnos y “sofocos”, debido a los cambios en el flujo sanguíneo. Es posible que también se produzcan dolores de cabeza, vértigo, dolores en las articulaciones y palpitaciones. El déficit de estrógeno está muy ligado a la porosidad de los huesos (osteoporosis), siendo estos más propensos a las fracturas.
A nivel sexual, se produce una menor lubricación vaginal y a nivel psicológico también se producen algunos cambios influyendo esta etapa de la vida en el bienestar personal de la mujer. Mantener una actitud positiva frente a los cambios, hará que esta etapa se viva mejor.

 

¿Qué pasa con la sexualidad en esta etapa?

A pesar de lo que muchas personas piensan, no se producen muchos cambios en la vida sexual de la mujer después de la menopausia. La respuesta sexual de la mujer sigue funcionando, solo pueden percibirse pequeños cambios en algunas fases.
El cambio más evidente es que se produce una menor lubricación vaginal. La humedad contribuye a que la vagina se encuentre más sensible, por lo que puede suceder que la excitación se produzca de formas más lenta. Hay numerosos lubricantes e hidratantes para la zona vaginal externa e interna, con el fin de mejorar este cambio en la lubricación natural de la mujer. Muchos de ellos, pueden contribuir y mejorar el juego erótico.

 

¿Qué ocurre con el deseo sexual?

A nivel fisiológico, la mujer en esta etapa vive una deficiencia androgénica, con lo cual se produce menos cantidad de testosterona, hormona implicada en el deseo sexual. Esto implica que la mujer puede percibir menos necesidad de tener relaciones sexuales.
Lo que pasa es que muchas mujeres, llegadas a esta edad viven el efecto contrario, es decir, experimentan un aumento del deseo. Esto es debido al hecho de dejar atrás las preocupaciones derivadas de usar métodos anticonceptivos. Es decir, la mujer pierde el miedo al embarazo y las molestias derivadas de la menstruación. La salida de los hijos de casa, también propicia ese espacio de intimidad del que antes no se disponía, con lo cual, también es un factor que contribuye al aumento de deseo en esta etapa de la mujer.

 

Salud y vida activa

Mantener una vida activa durante esta etapa contribuye a vivir los cambios de forma más positiva. Practicar ejercicio de forma regular, mantener una buena dieta equilibrada y realizarse chequeos médicos periódicos, es necesario para mantener el buen estado de salud física y mental.

También hay que recordar que mantener una vida sexual activa durante la menopausia, ayuda a mantener en forma el tono muscular de la vagina. Asimismo, favorece la autoestima y la mujer puede sentirse más deseada.

 

Gemma Sánchez Pérez. Psicóloga. Terapeuta sexual y de pareja.