El asesoramiento o terapia individual sirve como espacio para exponer todo aquello que preocupa, hace sufrir o no permite avanzar a la persona.
Existen muchos tipos de problemas que son objeto de asesoramientos. Por ejemplo, si una persona tiene dudas sobre la continuidad de su relación de pareja, requerirá de algunas sesiones de asesoramiento para aclarar esas dudas.

Las infidelidades, cuando la pareja no lo sabe, también son objeto de asesoramiento o apoyo, que puede desembocar en una terapia de pareja posterior o en la aclaración de los sentimientos encontrados.

Problemas con la orientación sexual, celos o desconfizanza, problemas personales (timidez, problemas para encontar pareja, miedo a las relaciones, etc…) o simplemente la búsqueda de información sobre temas de pareja, son típicos problemas que requerirán algunas sesiones de asesoramiento o terapia breve.

Normamente se trabajan técnicas cognitivas, emocionales y asertivas para mejorar el malestar que produce el problema o problemas.

En resumen, los asesoramientos son sesiones de consulta psicológica para hablar de algún tema que preocupa, entender y apoyar a la persona, analizar las posibles soluciones y proporcionar técnicas necesarias, si así lo desean.