La Terapia Sexual hace referencia a un conjunto de técnicas empleadas para solucionar o mejorar la vida sexual de las personas que solicitan este tipo de ayuda, cuando existe un problema o disfunción.
Los problemas más habituales objeto de terapia sexual son: eyaculación precoz, eyaculación retardada, problemas de erección, falta de deseo, excitación baja, anorgasmia, dispareunia y vaginismo.
¿En qué consisten las sesiones?
En primer lugar, se hace una evaluación, que consistirá en una recogida de información sobre la vida sexual de la persona, desde la pubertad hasta el momento actual. También se recogerá información sobre la relación de pareja a nivel no sexual, sobre el estilo de vida y datos sobre salud.
Si las causas orgánicas o médicas están descartadas, con toda la información, se propondrá un plan de trabajo adaptado a la pareja o persona individual.
Si existe sospecha de que las causas puedan ser orgánicas, se derivará al profesional correspondiente.
La terapia sexual puede realizarse de forma individual o en pareja, es decir, que no es imprescindible tener pareja para solucionar algunos tipos de problemas. Aunque se realice en pareja, las sesiones suelen ser individuales en un primer momento y posteriormente pueden ser conjuntas. Es muy frecuente que ambos miembros tengan algún tipo de problema sexual, por lo que ambos trabajarán de forma conjunta e individualmente.
La terapia sexual en pareja se diferencia de la terapia sexual individual, en que se evalúa y se trabaja con ambos miembros. La terapia sexual individual trabaja solo con un miembro, aunque en ocasiones se requiera la colaboración de la pareja.
Las técnicas que se utilizan son técnicas psicológicas: identificación, control y modificación de pensamientos y técnicas de desensibilización sistemática; técnicas de relajación y de concentración sensorial.
También se utilizan técnicas sexuales: focalización del placer, reaprendizaje en masturbación, técnicas específicas asociadas a cada problema, erotización personal y búsqueda de estímulos eróticos, etc…
Otra parte de la terapia consiste en la transmisión de información sobre aspectos de biología sexual (anatomía y fisiología), y sobre modelos sexuales (revisión del concepto de sexualidad y mitos).
En resumen, en una terapia sexual se trabajarán a nivel psicológico, los miedos que preocupan a la pareja y las emociones asociadas, y a nivel pedagógico, la información y las técnicas sexuales adecuadas.
La terapia sexual es una terapia que realiza la pareja o persona, en su vida cotidiana. El papel del terapeuta es mandar esas tareas o técnicas y comprobar que se realizan correctamente, a lo largo de las sesiones.
¿Cuánto dura este tipo de terapia?
Este tipo de terapia tiene una duración media de entre 4 y 9 meses (muy variable), con excepciones dependiendo del tipo de problema con el que se acuda. Las sesiones suelen ser semanales, y a medida que se van alcanzando los objetivos, pueden espaciarse en el tiempo, proponiendo una sesión mensual de seguimiento.
Es muy importante que la terapia finalice cuando el terapeuta lo indique, puesto que muchas veces, se alcanzan los primeros objetivos, y la pareja siente que puede solucionar el problema sin ayuda, con lo cual se abandona la terapia. En el caso de que una persona o pareja desee abandonar una terapia antes de que el terapeuta lo indique, deberá comunicárselo al terapeuta, para recibir unas recomendaciones finales, con el objetivo de que los avances puedan perdurar en el tiempo.
La duración de las sesiones en consulta suele ser de unos 50 – 60 minutos.
¿Es efectiva la Terapia Sexual?
Esta terapia proporciona resultados muy positivos, pero el éxito dependerá fundamentalmente de la implicación personal. La pareja o persona que acuda a terapia debe implicarse personal y emocionalmente en la solución de su problema. Deberá creer que tiene solución y que ésta está en sus manos. La implicación activa, con la realización de las tareas, será fundamental para la solución.
Con todos estos factores, la gratificación que supone superar un problema sexual es enorme, ya que la buena sexualidad y los buenos afectos pueden proporcionarnos grandes dosis de bienestar y felicidad.
La Terapia Sexual es tremendamente agradecida, tendiendo un elevado porcentaje de éxito en la solución total del problema.
Otro aspecto positivo de este tipo de terapia es que se aprende a ver la sexualidad de una forma diferente, mucho más enriquecida y con mayor variedad de técnicas y repertorio sexual.
Asesoramiento Sexológico
El asesoramiento sexológico es un tipo de servicio que consiste en una o pocas sesiones de orientación o apoyo ante dificultades sexuales, no necesariamente disfunciones.
Se diferencian de la terapia en que los asesoramientos tienen una duración más breve y son menos directivos.
Mientras que en las terapias, se mandan una serie de técnicas y llevan un seguimiento periódico por parte del terapeuta (garantizando unos resultados), en los asesoramientos, la persona o pareja usa la información que proporciona el terapeuta como considere, pudiendo aplicar las técnicas o no.
En sexualidad, son asesoramientos aquellas consultas en las que se quiere conseguir información sobre un tema concreto o hablar de problemas sexuales, o requerir técnicas sexuales, sin querer iniciar una terapia.
Sexología Positiva
La sexología positiva es un servicio que ofrecemos para ayudar a todas aquellas personas a crecer en el ámbito de la sexualidad. Aquí se englobarían aquellos aspectos que pueden mejorar: vencer la rutina, mejorar la calidad de las relacioens sexuales, mejorar la comunicación en sexualidad, etc…
Es un servicio muy parecido al asesoramiento sexológico.