La sexualidad masculina se está viendo afectada a pasos agigantados en los últimos tiempos. La mayoría de los problemas o disfunciones sexuales están influenciados en mayor o menor medida por la ansiedad o por el estrés.
Los problemas en el trabajo, problemas económicos, sociales o familiares se traducen muchas veces en una mala relación de pareja y una mala relación con uno mismo. En vista de que queremos responder bien en la cama, la mente debe estar libre de preocupaciones, y hoy en día parece una tarea difícil.
Además de esto, también creemos que la mujer demanda un buen sexo y el hombre cree ser responsable de proporcionárselo.

Pensamientos o creencias que propician los problemas sexuales

Muchos hombres poseen una serie de creencias sobre lo que es o no es correcto a la hora de enfrentarse a las relaciones sexuales.

    Estas creencias suelen ser:

  • El hombre siempre debe tener ganas de tener relaciones sexuales.
  • El hombre debe mantener una firme erección en todo momento para mantener su virilidad.
  • El hombre debe controlar su eyaculación hasta que la mujer tenga su orgasmo.
  • El hombre debe tener un pene de gran tamaño para dar placer a la mujer.

No solo los hombres poseen esta serie de creencias, sino que muchas mujeres también las poseen, las toman como ciertas y actúan en consecuencia. En estos casos, es muy importante que la pareja se someta a una terapia o asesoramiento sexual donde ambos puedan aprender nuevas informaciones y técnicas para solucionar estos problemas.
Estas creencias o formas de pensar se mantienen debido al modelo socio-sexual que tenemos en la sociedad actual. Este es un modelo muy basado en el coito y la genitalidad y con una gran importancia de orgasmo.

Problemas sexuales más frecuentes en el hombre

Eyaculación precoz
El problema sexual masculino más frecuente es la eyaculación precoz. Este problema aparece en relación a una pareja, ya que sin pareja, no suele importar la duración de la eyaculación, aunque cada vez más se ven en las consultas de sexología hombres sin pareja que quieren trabajar este tipo de problema, de cara a una futura relación.

Existen varias definiciones de este concepto, aunque la más acertada suele ser la que contempla la eyaculación del hombre antes de lo deseado. Hay muchos tratamientos y técnicas a través de internet para solucionar este problema. Lo que suele ocurrir es que las técnicas por sí solas, no suelen producir la mejoría en todos los casos, puesto que no se trabaja la información sexual ni la parte psicológica de la persona.

Problemas de erección
Los problemas de erección pueden definirse como la dificultad para lograr o mantener una erección a lo largo del tiempo. Que esto suceda de forma puntual no debe considerarse un problema, y posiblemente tenga que ver con el estado físico o mental del varón en un momento o etapa determinada.

Este tipo de problema está muy relacionado con los miedos y las  inseguridades. Normalmente se produce un primer suceso de este tipo, y tanto un miembro como el otro, lo perciben de forma exageradamente negativa.
Algunas ocasiones, la pareja puede “castigar” con palabras o gestos, por lo que el hombre afectado adquiere una serie de miedos e inseguridades respecto a su valía sexual. La próxima vez que piense o quiera sexo, el miedo a que vuelva ocurrir estará presente, con lo que las probabilidades de mantener una erección firme con miedo intenso, son escasas.

En estos casos, es muy importante la ayuda psicológica y sexológica para ayudar a salir de este círculo.
En otras ocasiones, sobre todo a una edad más avanzada, los problemas de erección pueden tener que ver con algún tipo de problema físico u orgánico, con lo cual, en estos casos será el urólogo el encargado de plantear el tratamiento.
Bien es cierto que cada vez se ven más hombres de edad avanzada en consultas de psicología-sexología debido a problemas de erección por causas no orgánicas.
Falta de deseo en el hombre
En  la actualidad se han visto aumentadas las consultas debidas a la falta de deseo sexual masculino. Hasta hace poco se creía que este tipo de problemas solo era de las mujeres.
Debido a la gran influencia que tiene el estado psicológico en la fase de deseo sexual, no es raro que muchos hombres sufran este problema. Los tiempos actuales producen una vivencia estresante del trabajo (en el caso de tenerlo), y unas obligaciones de mantener a la pareja o familia en las mejores condiciones posibles. En estos casos, el sexo pasa a segundo o tercer plano.
Suele ocurrir algo muy frecuente y es que cuando el hombre no desea, su pareja lo vive con una enorme emoción negativa, culpabilizándose o responsabilizándose de esta falta de deseo en su pareja.
Esto evidencia que las mujeres llevan peor que su pareja no les desee, lo cual tiene que ver con la creencia tan enraizada de que “los hombres siempre tienen ganas de hacer el amor”.

 

Gemma Sánchez Pérez. Psicóloga. Terapeuta sexual y de pareja.