Después de lo costoso de conseguir un amor correspondido, a todos nos surgen los miedos sobre cómo puede funcionar la relación de pareja. Al principio de una relación amorosa todo es maravilloso, no se discute por nada y el estado de enamoramiento enmascara o hace “invisibles” las pequeñas o grandes incompatibilidades. Una vez superado el periodo inicial de enamoramiento surgen esas pequeñas cosas y debemos tener habilidades para poder solucionarlas o tomar las decisiones adecuadas.

Aspectos a tener en cuenta

Lo principal a tener en cuenta para ver si la pareja puede funcionar es que ambos miembros deseen iniciar un proyecto de vida juntos, es decir, ambos deben desear que la pareja salga adelante. Muchas parejas se desean sexualmente, se lo pasan bien juntos y tienen buenos sentimientos, pero puede que alguno de los miembros no desee comprometerse con la relación. Es importante dejar esto claro desde el principio. Hay que saber cuáles son las expectativas de cada uno respecto a la pareja.

Una vez que la pareja muestra su deseo de seguir adelante es importante tener un estilo de vida parecido con valores e intereses semejantes, puesto que sobre esto, se va a ir construyendo la relación.

El nivel cultural y económico parecido va a favorecer el buen funcionamiento de la relación amorosa, puesto que se evitarán las relaciones de poder.

La clave del éxito

Además de compartir el estilo de vida y los valores, predice éxito en la pareja:

  1. Capacidad comunicativa. La pareja debe hablar de lo que le preocupa a cada uno y asegurarse de que el otro ha entendido lo que quería decir. Esto debe hacerse frecuentemente.
  2. Flexibilidad y capacidad para negociar. Cuando los miembros de la pareja entran en conflicto es necesario que posean las habilidades necesarias para poder resolverlos. Los conflictos se resolverán en la medida en que los miembros sepan negociar. Es importante que no ceda siempre el mismo miembro de la pareja porque eso producirá frustración. Respecto a las negociaciones se pueden plantear tres supuestos: a) Que surjan problemas o situaciones “innegociables”. En este caso, cada uno de los miembros actuará por separado. Por ejemplo, un miembro de la pareja quiere ir al cine y el otro al teatro. Ninguno está dispuesto a negociar esta actividad. La solución será que cada uno la realice por separado. b) Llegar a un acuerdo intermedio. En el ejemplo anterior, uno quiere ir al cine y el otro al teatro, pero como no se ponen de acuerdo deciden conjuntamente ir a tomar una copa. c) Que una vez ceda un miembro y otra vez el otro. Siguiendo con el ejemplo anterior, un día irán al cine con la condición de que otro día vayan al teatro.
  3. Respeto, tolerancia y empatía. Hay que tener respeto a la pareja, percibirse como miembros iguales (ninguno debe percibirse ni por encima ni por debajo del otro), ser tolerantes y empáticos (tener la capacidad para ponerse en el lugar del otro para poder llegar a comprenderle). Mediante la empatía, no se hará a la pareja lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros.
  4. Programar actividades conjuntas agradables a menudo. Es necesario para el buen funcionamiento de la pareja “pasarlo bien” el uno con el otro. Hacer actividades agradables (salir a cenar de vez en cuando, viajes, excursiones, compartir alguna afición) une mucho a la pareja.
  5. Programar actividades agradables fuera de la pareja. Es muy conveniente que los miembros de la pareja hagan actividades por separado. No tienen que compartirlo todo. El hecho de tener alguna afición no compartida y pasar el tiempo con amigos y familiares favorece el bienestar personal, lo que influirá muy positivamente en la relación con la pareja.
  6. Fomentar y avivar el deseo sexual. Con el tiempo, el deseo sexual disminuye debido a la rutina. La frecuencia y riqueza de las relaciones sexuales varía mucho de una pareja a otra, pero es conveniente que vayan cambiando el tipo de prácticas o los lugares donde se tienen las relaciones sexuales para poder avivar el deseo. También es muy positivo fomentar las fantasías sexuales con la pareja y dedicar un tiempo a la sexualidad.

Como conclusión final, una vez la pareja expresa su deseo de seguir con la relación, ambos deben esforzarse por ser flexibles y querer resolver los conflictos de forma adecuada. Además, es importante realizar actividades agradables conjuntas y fomentar el deseo sexual.

De esta forma, tener habilidades para resolver los conflictos (negociaciones) evitará frustraciones, y las actividades agradables y los buenos sentimientos irán cultivando el bienestar de la pareja.