ansiedad


Muchas personas con ansiedad puede que estén viviendo esta situación como algo más dentro de su sistema de alarma o puede que algunos síntomas se agraven a causa del confinamiento.
Recordamos que las personas que tienen ansiedad perciben el mundo de manera alarmante, como si siempre estuvieran en estado de alerta personal. De ahí, la dificultad para relajarse, dormir bien, concentrarse o pensar con claridad.
No todas las personas que tienen ansiedad presentan los mismos síntomas. Hay personas que pueden sentirse más cómodas dentro de casa y otras sentir una especie de claustrofobia.
En general, para todas las personas, las que tienen ansiedad y las que no vamos a percibir esta situación como algo excepcional, y algo que escapa de nuestro control.


Sensación de control

Las sensaciones negativas aparecen cuando entendemos que no podemos hacer frente a la situación que se nos plantea. Nos vemos en una situación donde es muy normal que aparezcan emociones como el miedo, la incertidumbre, la intranquilidad, la impotencia, la tristeza o el aburrimiento.
Esto hace que nos sintamos en una situación de vulnerabilidad.
La idea es pararnos a pensar en qué cosas sí podemos controlar y qué cosas no podemos controlar.
Sí podemos controlar el número de veces que escuchamos las noticias, el tiempo que pasamos durmiendo o inactivos, etc…
No podemos controlar lo que sucede fuera de casa, las medidas del gobierno o lo que hacen otras personas (como por ejemplo familiares).
Permitámonos soltar todo aquello que no podemos controlar y centrémonos en trabajar y mejorar en aquello que sí podemos hacer.


Trabajando nuestro bienestar

Para las personas con ansiedad, todas aquellas cosas que no puedan controlar lo vivirán quizás de una manera más negativa.
Por ejemplo, puede que “sufran” más al no saber cuándo podrán salir de casa o al no poder hacer nada para que sus familiares se cuiden.
Será imprescindible trabajar la parte cognitiva, es decir, cuidar mucho los pensamientos.
Si nos enfocamos y desarrollamos los pensamientos negativos, nos quedaremos con emociones negativas.
Si trabajamos y nos enfocamos más en los pensamientos positivos, neutros o alternativos, nuestras emociones serán más planas.
Esto se puede entrenar, pero hace falta constancia.


Rutinas diarias

Otros de los elementos fundamentales para el confinamiento, tanto para personas con ansiedad como para las que no la tienen, será el establecimiento de unas rutinas diarias.
Esto implica ponernos el despertador, realizar tareas básicas de higiene personal, limpieza de la casa, organización de las comidas semanales, etc…
Dedicar un tiempo a otras actividades (teletrabajar, estudiar, leer, aprender algo nuevo) será también algo importante.
Nos dará sensación de normalidad, dentro de la situación excepcional en que vivimos.

Relajación, ejercicio y alimentación

Para que el cuerpo y la mente se mantengan sanas, es necesario que el cuerpo se mueva. Da igual el tipo de vivienda que tengas, siempre se va a poder hacer algo de ejercicio.
Desarrollar actividades donde podamos estirarnos y movernos será una buena manera de calmar emociones negativas.
Si lo hacemos con música, mucho mejor, ya que aporta beneficios a nuestra sensación de bienestar.
También será importante establecer rutinas para actividades relajantes. Para las personas con ansiedad imprescindible: relajación muscular progresiva, relajación o meditación guiada serán actividades que aportarán múltiples beneficios.
Si tienes terraza o balcón, el contacto con el aire libre, escuchar los sonidos exteriores (si son relajantes) o recibir los rayos del sol, será también algo que nos tranquilizará.
Si no tienes terraza, también puedes salir a la ventana aunque sea para recibir el contacto con el aire del exterior.
Cuidar la alimentación también es algo importante, ya que mantener un sistema inmune fuerte, nos dará más energía y mayor sensación de seguridad respecto a la situación sanitaria que vivimos.
Así que ojo con los “caprichos” y decidamos dejarlos para días concretos, no para consumo diario.


Enfoque en el bienestar

En relación a las cosas que sí podemos controlar, la idea es enfocarnos en lo que nos produce bienestar.
También debe haber un espacio para la exteriorización de emociones negativas (hablar con alguien, escribirlo, llorar) si hubiese días en que nos sentimos desbordados.
Por lo demás, enfocarnos en todo aquello que hemos comentado antes: relajación, rutinas diarias, ejercicio, buena alimentación y enfocarnos en pensamientos neutros o positivos.
Por último, es buen momento para llevar a cabo proyectos o para buscar alguna nueva afición o interés, en la que podamos echarle energía y poner toda nuestra atención.


Un último apunte

A ti, persona con ansiedad, aprovecha este momento para trabajar tu interior y tu exterior.
Tus síntomas ya los conoces y puedes manejarlos. Quizás sea mejor momento de lo que parece para conocerte mejor.

Gemma Sánchez Pérez