Problemas de salud mental es un término muy genérico. En este caso, me voy a centrar en problemas muy comunes, como serían: trastornos relacionados con la ansiedad y el estado de ánimo, trastornos de estrés postraumático y duelos y pérdidas.

Seguramente tengas a más de un familiar o amigo que esté diagnosticado de algún trastorno mental. Esto no es “estar pasando por un mal momento”, esto es una enfermedad, que puede ser muy incapacitante o no, necesariamente.

Debo aclarar que los duelos y pérdidas no son trastornos mentales, puesto que son una respuesta normal mientras la persona se adapta a la pérdida.

Respecto a los duelos y pérdidas, además de la pérdida de seres queridos, también se viven procesos de duelo tras rupturas de pareja, pérdida de animales de compañía y pérdidas gestacionales y perinatales.

Probamente, estarás pensando que tú también has pasado por pérdidas, habrás vivido alguna situación traumática o habrás lidiado con la ansiedad. Pues si esto es así, y lo has superado sin mayor problema, puedes sentirte una persona muy afortunada.

¿Qué diferencia a unas personas de otras?

Entonces, ¿qué diferencia a unas personas de otras?, ¿por qué hay personas que desarrollan un trastorno mental viviendo la misma situación que otras que no lo desarrollan?

Que una persona desarrolle un trastorno y otra no por el mismo motivo depende de muchos factores y ninguno de ellos tiene que ver con ser más fuerte o débil.

La historia personal familiar, estilos de crianza, vivencias en la infancia, aprendizaje de habilidades emocionales, vivencias anteriores de éxito o fracaso, situación económica, situación laboral, salud física, red de apoyo social, factor genético, factores de personalidad, solo serían algunos factores que influyen en que una persona desarrolle un trastorno mental y otra no.

Desde luego te diría que no tientes a la suerte, porque aunque no lo creas, también te puede pasar a ti.

Cómo ayudar a alguien con este tipo de problemas

1. Empatiza, escucha y respeta si no quiere hablar.

Lo primero sería no minimizar ni invalidar sus problemas. Decirle que tú pasaste por lo mismo, no le va a ayudar en absoluto. Escucha a tu amigo o familiar, ofrécele tu compañía y apoyo y respeta si no quiere hablar del tema.

2. Comprende que ahora esa persona puede tener unas necesidades especiales.

Las personas con ansiedad, fobias, depresión, traumas o en duelo, pueden tener algunas necesidades que ANTES no tenían. Por favor, COMPRENDER ESTO ES MUY IMPORTANTE.

Si antes, tu amigo o familiar era una persona que se adaptaba a todo y ahora no, no es por “fastidiar a nadie”, es porque ahora no puede adaptarse. Piensa que su mundo está “patas arriba” y cualquier cosa cotidiana, como salir a pasear, coger un coche, visitar una ciudad nueva, o socializar durante mucho tiempo, puede ser algo muy difícil en estos momentos.

Estas personas pueden necesitar tiempos más largos o más cortos para hacer las cosas que antes hacían sin problemas. Pueden necesitar hacer más pausas, pueden necesitar irse antes de los lugares, puede que necesiten elegir ellos los lugares para tener más sensación de control, etc…

También es posible que tengan menos ganas de hablar o puede que los notes “apagados”. Es posible que estén teniendo miedo. Por favor, comprende esto y apoya a tus seres queridos en estas necesidades especiales.

3. No juzgues

Relacionado con lo anterior, no juzgues.

Si tu amigo habla poco o habla mucho, no juzgues.

Si tu amigo quiere irse antes de tu fiesta, no juzgues.

Si tu amigo te dice que no a tus planes, no juzgues.

Si tu amigo ahora parece inconformista, no juzgues.

4. Propón planes diferentes si recibes negativas a tus propuestas

Si esa persona a la que quieres rechaza tus planes, pregúntate a ti mismo si esos planes que le propones se adaptan a su situación actual.

En consulta veo frecuentemente personas que me dicen que ya no salen tanto como antes con sus amigos porque los planes que hacen ya no les hacen sentir bien y que les gustaría poder hacer otras cosas distintas o más tranquilas.

5. Sé amable con esa persona, siempre

Intenta ser partícipe de situaciones agradables con esa persona, intentando crear un buen clima de escucha, empatía, favorecer conversaciones centradas en lo positivo y siendo amable.

No es momento de recriminar, acusar o sacar “situaciones del pasado” para resolver ahora, puesto que ahora esa persona está VIVIENDO SU PROPIA LUCHA, DÍA A DÍA.

POR FAVOR, SEAMOS MÁS AMABLES Y EMPÁTICOS con todas las personas, puesto que no sabemos las situaciones que están batallando.